miércoles, 18 de noviembre de 2009

Protestar a Egea


Cultura Granada

Protestar a Egea


Poetas y amigos de Javier Egea reivindican en un homenaje la publicación y vigencia de la obra del autor de 'Paseo de los Tristes'

JUAN LUIS TAPIA
GRANADA

ACTO
Título: 'Soledades eternas. Homenaje a Javier Egea'.
Poetas: Lectura de los autores Joan Margarit, Pere Rovira, Francisco Díaz de Castro, Luis García Montero, Ángeles Mora, José Carlos Rosales y Álvaro Salvador. Presentará Mariano Maresca.
Lugar y hora: Hoy, a las 12 horas, en el Aula Magna de la Facultad de Letras.

Organiza: Ateneo de Granada.

«La obra de Javier Egea ha quedado secuestrada por su muerte»'Soledades eternas' es el título del homenaje que el Ateneo de Granada rinde al poeta Javier Egea. 'Soledades' era también el título del deseo incumplido del granadino: la publicación a modo de antología de 'Paseo de los Tristes', 'Troppo mare' y 'Raro de luna'. Los organizadores de estos actos en recuerdo de Egea señalan que «a una década más tarde de su muerte, muchos de sus lectores se tienen que conformar con fotocopias, ya que sus libros no se encuentran en los anaqueles de ninguna librería; y otros muchos no conocen más que poemas que han leído en alguna antología o bien en páginas sueltas de Internet».

Uno de los primeros actos de 'Soledades eternas' se celebra hoy en la Facultad de Letras, donde se darán cita algunos de los amigos y poetas con los que Egea tuvo una mayor relación.

Álvaro Salvador considera que «Egea ha sido uno de los poetas más importantes que Granada ha aportado a la poesía española en la segunda mitad del siglo XX». Esta importancia no se «podrá comprobar porque no se encontrará ningún libro de Javier Egea en las librerías». No obstante, según Salvador, «a pesar de todo y de todos, de los herederos, de los albaceas y de los críticos tendenciosos y aprovechados, sí podrá entrar en alguna de las bibliotecas de la ciudad».

Otra Sentimentalidad

En opinión del poeta y compañero de Egea en la 'paternidad' del movimiento de la Otra Sentimentalidad «su obra ha quedado secuestrada por su muerte, su legado ha quedado lastrado por la misma muerte que nos arrebató a la persona que tanto queríamos». Con una actitud absurda, sus herederos se niegan a editar, a no ser que sea de una manera minoritaria y tendenciosa, la obra de Javier Egea. Álvaro Salvador relata que fue «amigo íntimo de Javier», con el que compartió «toda una aventura literaria y también vital».

«Una de las cortinas de humo que intentan echar los malintencionados dogmáticos y resentidos sobre esta historia -añade el poeta- es la mentira de que no fuimos tan amigos, quizá porque yo me negué a ser cómplice de sus autodestrucciones».

Para Álvaro Salvador, último premio Generación del 27, «Javier siempre fue ejemplo de generosidad y de entrega, a veces excesivas, como casi todo en él. Quizá ese exceso de generosidad lo estén pagando ahora sus lectores futuros».

El poeta Francisco Díaz de Castro conoció a Egea «en los últimos años de su vida, en Granada, de la mano de sus amigos Álvaro Salvador y Luis García Montero». Destaca de aquellas reuniones «la gracia especial que ponía Javier en su sátira de ciertos intelectuales a los que 'veía venir'».

Amistades

Díaz de Castro admira «la conciencia de lo real que nutre sus versos y el intenso trabajo de lenguaje que los construye». «Para mí -prosigue- 'Paseo de los Tristes' es uno de los grandes poemas del siglo, y 'Raro de luna', una puerta que se dejó abierta para siempre».

Joan Margarit (Lérida, 1938) conoció al autor de 'Troppo mare' en sus visitas y lecturas a Granada. «Era -dice- un poeta al que seguía y que se encontraba entre mis lecturas contemporáneas». El catalán afirma sentirse más próximo a la generación de García Montero, Egea y Álvaro Salvador que a la propia, «porque estoy en un territorio intermedio entre Gil de Biedma y Carlos Barral, y estos poetas de Granada».

«Sentí lo suficiente a Javier Egea como para irme a la Isleta del Moro, donde escribió 'Troppo mare'. Allí concebí 'Costa de poetas', un texto que le dediqué en mi penúltimo libro». «Javier Egea es un poeta perdido», concluye Margarit.

Los herederos no saben

José Carlos Rosales afirma ser amigo de juventud del autor, «del mundillo del Enguix y la Facultad de Letras cuando estaba en Puentezuelas, de cuando tenía unos 17 años». Señala que lo más vigente de Javier Egea es «su actitud ante la misma poesía y su comportamiento ético». En cuanto a la ausencia de los poemarios de Egea en las librería, Rosales indica que «se debe a la mala gestión que se hace de la memoria de los poetas, porque los herederos no saben que hacer con sus obras».

Al autor leridano Pere Rovira le unía a Egea «la poesía y la afición a la caza». «Creo que hablábamos más de cómo nos había ido la caza que de poesía». Se confiesa admirador de la poesía del granadino, «y fue una desgracia enorme su muerte, porque era uno de esos poetas a los que había que seguir». «Su obra -añade- está vigente porque era un autor de gran calidad». Desconoce la impronta de Egea en los más jóvenes, «pero más que fijarse en su faceta extraliteraria me gustaría que lo hicieran en sus poemas».

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