domingo, 29 de noviembre de 2009

Plenitud

Hoy he hecho un pacto con mi amada.

Mientras un alma habite mi cuerpo

he de amar, como a mi mismo,

a cuantos viven a su sombra.

Pues ya tengo en la mano

lo que durante tanto tiempo deseé,

¿Qué pueden importarme las mentiras

y el bullicio de la gente?

¡Oh tú, que velas! Permita el cielo

que esta noche cierres los ojos un momento

para que yo pueda decir muy quedamente

mi amoroso lamento sobre sus labios mudos.

¿Qué me importan las rosas y los tulipanes

Si hoy tengo para mi solo todo el jardín?

¡Es tan dulce y tan fuerte lo que bebo!

¡Y es tan bella mi amada!

¡Más hermosa que todas las imágenes del mundo!

El rubí de sus labios es tan poderoso

Como el sello de Suleimán.

Acabó el largo ayuno.

Shajin: no llores más.


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